En un entorno económico cada vez más digitalizado, la gestión normativa exige soluciones que combinen rapidez, precisión y eficiencia. RegTech surge como respuesta a este reto, transformando procesos y anticipando riesgos.
El término Regulatory Technology o RegTech hace referencia al uso de tecnologías avanzadas como inteligencia artificial, blockchain y automatización robótica de procesos para cumplir con normativas de forma más eficiente y económica. Fue acuñado por primera vez por la Financial Conduct Authority del Reino Unido en 2015, pensando inicialmente en el sector financiero y extendiéndose con rapidez a ámbitos como salud, seguros y legal.
Las soluciones RegTech brindan un conjunto de herramientas que optimizan diversas áreas de cumplimiento y supervisión:
La industria RegTech está en pleno auge. Entre 2024 y 2025, su valor osciló entre USD 15.8 y 20.67 mil millones, con un crecimiento anual compuesto (CAGR) proyectado entre 15.5% y 22.8% hasta 2035.
Actualmente, el sector financiero representa cerca del 45% de los ingresos, con Norteamérica liderando el mercado (32–41%) y Asia Pacífico mostrando la tasa de crecimiento más rápida a futuro.
Varios factores están ampliando la adopción de soluciones RegTech:
La innovación impulsa nuevas capacidades dentro del ecosistema RegTech. La inteligencia artificial y el machine learning permiten detectar patrones de fraude en tiempo real y anticipar cambios regulatorios. El blockchain garantiza trazabilidad y transparencia en contratos inteligentes, mientras que la analítica avanzada de big data soporta decisiones adaptativas. La computación en la nube ofrece escalabilidad para responder a picos de demanda y facilita la colaboración global.
Implementar RegTech aporta múltiples ventajas:
No obstante, persisten desafíos relevantes. La fragmentación regulatoria entre jurisdicciones dificulta la creación de soluciones universales. La ciberseguridad es crítica para proteger datos sensibles y sistemas críticos. Además, la interoperabilidad con infraestructuras tradicionales y los costes iniciales pueden desalentar a pymes y startups.
El futuro de RegTech apunta hacia una regulación inteligente, capaz de anticipar cambios y ofrecer políticas proactivas y dinámicas. La colaboración entre reguladores y empresas, a través de entornos de pruebas controladas (“regulatory sandboxes”), promoverá la innovación segura y la adopción temprana de nuevas tecnologías.
Además, el alcance de RegTech se expandirá más allá del sector financiero, abarcando salud, seguros y energía. La sinergia entre IA, blockchain y analítica avanzada redefinirá los procesos de cumplimiento, haciendo que cada vez más organizaciones vean en la tecnología un aliado estratégico para navegar un mundo regulatorio en constante cambio.
En última instancia, RegTech no solo optimiza tareas de compliance, sino que impulsa una cultura corporativa basada en la transparencia, la eficiencia y la resiliencia, convirtiéndose en un pilar fundamental para un ecosistema digital seguro y sostenible.
Referencias