La transformación del dinero fiduciario hacia su versión digital es una de las tendencias más revolucionarias del siglo XXI. Frente al auge de las criptomonedas y la creciente demanda de pagos instantáneos, los bancos centrales de más de 130 países exploran sus propias versiones digitales conocidas como Monedas Digitales de Banco Central (CBDC). En Chile, este proceso de exploración ha avanzado desde 2019, definiendo un camino que combina resiliencia tecnológica y operativa con la preservación de la estabilidad financiera.
Las CBDC representan dinero emitido por bancos centrales en formato digital, con el objetivo de complementar —no reemplazar— a los billetes y monedas tradicionales. Respaldadas por la autoridad monetaria, buscan ofrecer mayor seguridad, eficiencia en pagos y acceso universal a medios electrónicos.
A escala global, más de la mitad de los países se encuentran en fases de estudio, prueba o implementación de CBDC. Entre las motivaciones destacan la digitalización de las economías, la competencia de criptoactivos y la necesidad de modernizar sistemas de pago obsoletos. Ejemplos notables incluyen el e-yuan en China, que ya supera los mil millones de transacciones, y proyectos piloto en Europa, Caribe y África.
El Banco Central de Chile (BCCh) inició su indagación en 2019, profundizando desde 2021 en los efectos sobre el sistema de pagos local y la economía nacional. A través de dos informes clave, se establecieron las bases teóricas y prácticas para evaluar la viabilidad de una CBDC en pesos chilenos.
Estos documentos señalaron que, aunque una CBDC podría mejorar la infraestructura de pagos nacionales, no es la única alternativa para modernizar el sistema financiero.
A partir de junio de 2025, el BCCh comenzó una serie de pruebas de concepto (PoC) para preparar la eventual emisión de una CBDC. Esta fase tiene carácter exploratorio y no implica compromiso de lanzamiento inmediato.
Gracias a estas actividades, el Banco Central adquirirá experiencia práctica y podrá calibrar requisitos técnicos, legales y operativos antes de cualquier decisión definitiva.
La principal motivación radica en la acelerada digitalización de pagos y la aparición de monedas privadas como stablecoins. El BCCh persigue:
Adicionalmente, una CBDC crearía una infraestructura paralela al Sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR), fortaleciendo la robustez del mercado monetario y la confianza de los usuarios.
Ningún proyecto de CBDC está exento de complejidades. Entre los principales desafíos figuran:
Asimismo, aún existen dudas sobre el alcance de la privacidad que puede ofrecer una CBDC sin comprometer la lucha contra el lavado de dinero.
La Ley Fintech (N° 21.521) y las normas de la Unidad de Análisis Financiero (UAF) ya establecen el tratamiento de criptoactivos y proveedores de servicios digitales en Chile. Exchanges y plataformas deben cumplir con estándares AML y KYC, mientras que el SII regula la fiscalidad de ganancias por cripto.
El BCCh colabora con autoridades como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y el Ministerio de Hacienda para diseñar lineamientos específicos sobre activos digitales y CBDC. Este esfuerzo conjunto busca asegurar un entorno normativo coherente y seguro.
La decisión final sobre la emisión de una CBDC en Chile aún está en el horizonte. Sin embargo, el proceso de exploración teórica y práctica ha sentado bases sólidas para afrontar escenarios futuros.
La evolución del dinero fiduciario en la era digital no se detiene, y los bancos centrales deben innovar para mantener su rol en la economía. En este contexto, las CBDC surgen como una oportunidad para reforzar la estabilidad, ofrecer servicios más eficientes y garantizar que la moneda oficial siga siendo relevante.
Sea cual sea el desenlace, la experiencia chilena servirá de referencia para otros países de la región. El diálogo permanente con el ecosistema, la adecuada regulación y la integración de nuevas tecnologías serán clave para que el dinero del futuro sea seguro, accesible y resistente a los retos del siglo XXI.
Referencias